Mi hijo es diminuto pero es el más bonito del mundo.
Parece ser que Nacho y Rosa, que van a ser sus padres humanos, le quieren llamar Nano. A mí no me disgusta ese nombre.
Yuka, la celosilla mamá, no me deja ni acercarme a él. Me gruñe, la muy traidora. Menos mal que en algún despiste Senia me acerca para que pueda ver y oler a mi hijito.
Estoy que reviento de orgullo.
2 comentarios:
Que cucada, ¿ya abre los ojos?
Que lindo!
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