lunes, 29 de agosto de 2011

Ser solidarios

¿Qué tal me véis así tuneado? ¿A qué estoy guapo? Os cuento. Aldabra tiene una amiga que tiene un blog: "De colores",  que se llama Chus y es muy aficionada a las fotografías y a hacerles historias y me preparó unos cuantos retratos que os iré dejando poco a poco. Lo de la flecha mola ¿verdad? A mí me encantó. Le doy desde aquí las gracias caninamente, aunque ya sé que Aldabra se las dió de mi parte. Pero lo que es, es. Y para eso me están dando educación, para que me comporte como es debido.



Y ahora voy al grano. Resulta que el viernes, Aldabra, su amiga y yo nos fuimos a hacer una visita a la Protectora de animales Arco da Vella. Les oí comentar en el coche que aunque los voluntarios trabajan muchísimo muchísimo en sus nuevas instalaciones, [eso lo pude constatar yo el otro día] sus progresos van lentos porque hay ¡tanto que hacer!, y ¡tienen tantos perros!


Según contaba el otro día una de las voluntarias, en verano apenas hay adopciones, más bien todo lo contrario. ¡Que lástima!


Nosotros nos fuimos a pasear con una Galga que se llama Lía y con dos pequeños cachorros de podenco que se llaman Zipi y Zape; ahora no me preguntéis quién es quién porque no tengo ni idea. ¡Que difícil! 

Al principio no querían caminar, se resistían un poco pero yo les dije cuatro cosas y les enseñé con mi ejemplo y ya poco a poco cogieron carrerilla. Hasta hubo un momento que se lanzaron como locos a revolcarse en unas hierbas que estaban muy altas. ¡Parecían tan contentos que sólo por eso ya valió la pena el paseo! Aldabra no me dejó ir, es que es un aburrimiento que nunca me deja hacer las cosas divertidas. Me dijo: "Tú no, Ron, que puedes hacerte daño". Siempre con esa cantinela, ya estoy harto. ¡Puaf! En casa muchas veces oigo a Congo como le dice a Aldabra y a Senia: "Pero dejar a Ron, que lo estáis amariconando!". Y ya me diréis vosotros si no.  

Entre nosotros, me parecieron encantadores y muy cariñosos... ¡Que pena que no nos los trajéramos a casa! En realidad, excepto a una galga que tenía muy malas pulgas porque según una cuidadora se celaba mucho de los demás perros, creo que me los hubiera traído a todos. ¡Vaya fiestón!

Este pequeñajo estaba muy divertido así con el pelo cortito... je je je. Era un Fox terrier.

Y este otro pequeñajo aullaba de una forma muy lastimera, teníais que haberlo oído.  

¡Como agradecen todos las caricias!

Y fijáos en esta galga jaspeada tan elegante. Todos los galgos me parecen como muy dignos y MUY ALTOS. Si no se lo decís a nadie os diré que me daban un poquito de yuyu. ¿Vosotros no tendríais miedo de un gigante? Pues eso es lo que yo siento cuando me pongo al lado de uno.
La verdad es que viéndoles tras las rejas me dí cuenta de lo afortunado que soy en mi nueva familia. Ojalá ellos corran la misma suerte que yo y los adopte alguien que les dé tanto cariño como me dan a mí.


¡¡ BUENA  SUERTE A TODOS, AMIGOS !!
¡¡ QUE PRONTO ENCONTRÉIS UN HOGAR !!

Seguiré contándoos más cosas de la protectora Arco da Vella porque Aldabra ya ha dicho que volveremos muy pronto.

¡Bye, bye!
 
 

domingo, 21 de agosto de 2011

Noticias fresquitas


Tengo tantas cosas que contaros que no sé por dónde empezar. Creo que lo más importante y serio que me ha pasado es que ya me han puesto el chip. Ahora ya soy como un humano más con mi D.N.I. pero en perro. Y también me han solicitado el Pedigreé. Es muy satisfactorio (aunque no indispensable) saber quién es tu madre y tu padre, ¿no os parece?
¿Os conté que en la clínica "Canido Veterinarios" tienen un gato precioso que se llama Marcelo? Pues sí, y el otro día Fran, uno de los veterinarios, nos contó su historia. Marcelo fue arrojado por la ventanilla de un coche y un cliente de la clínica lo recogió malherido y se lo llevó a Fran para que lo curara. Y de momento allí está, buscando un dueño que quiera hacerse cargo de él porque en la clínica les da mucho la lata y no pueden atenderlo como es debido.
Resulta que en este tiempo Congo y Aldabra se fueron de vacaciones a Valencia, a casa de Leonor y a su vuelta me trajeron un regalito. ¡Que contento me puse! Como véis es un perro salchicha rojo precioso y además tiene sonido. ¡No me lo podía creer! Desde que lo tengo no dejo de jugar con él.

También de Valencia me trajeron otra sorpresa. Con ellos se vinieron a casa unos días Leonor y Congo. Sí, como lo estáis leyendo: Otro Congo. Un Cocker negro de ocho años, bonachón y tranquilo. Tengo que confesar que le dí un poco la lata, la verdad. Pero en términos generales nos llevamos muy bien. Me dejaba beber en su bebedero y también comer de su comida, a hurtadillas de Congo y Aldabra, claro, porque las veces que me pillaron in fraganti me regañaron mucho.

Aquí en esta foto vamos en el coche y como podréis ver ya tengo arnés para ir amarradito porque además de que es obligatorio, evitará que me caiga y me haga daño. No me gusta mucho pero es lo que hay. Lo entiendo y lo acepto con más o menos ganas.
Toda la semana estuvimos haciendo excursiones para enseñarles a Leonor y a Congo sitios chulos. Y también comer cosas ricas: pulpo, zamburiñas, calamares... A mí no me dieron la prueba, tuvimos que quedarnos fuera esperando pero olía muy bien. A Congo sí que le dió Leonor un poco de pan. 
Entre nosotros, creo que Congo es un perro un poco consentido. Leonor le deja hacer muchas más cosas a Congo de las que me dejan hacer a mí. 

Lo que más me gustó fue el recorrido por las Fragas del Eume, de camino al Monasterio de Caaveiro. El río Eume estaba expléndido, os recomiento el paseo. ¿Dije paseo? Son 7,5 kms y los hicimos a pié. Menos mal que la vuelta fue en coche porque yo ya no podía más. 


Y para muestra la foto. Aquí estoy totalmente espachurrado sobre las piernas de Aldabra. Más muertito que vivo. Y no penséis que exagero, de verdad. ¡Soy muy pequeño para tanta caminara! Bueno, tengo que decir, a favor de Aldabra que varios tramos me cogió en el colo pero...


¡Ay, que dura es la vida con los humanos!

miércoles, 3 de agosto de 2011

¡Baño, que rollo!

Os dije que el viernes parece ser que sería el día del baño y que os dejaría las fotos. Bien, pues aquí están. 
 Parezco un conejillo escurrido pero es lo que hay. ¡Y eso que ya peso 2.500 Kgs.!


Aldabra me envolvió en una vieja toalla de Senia.
Y después me secó con el secador. A veces el aire me hace cosquillitas.
Me quedó el pelo esponjoso y muy oloroso ¡Que bien se está limpito!

¿Os cuento un secreto? Senia está celosa. La otra noche oí como le decía a su madre: “En el blog de Ron, no aparezco mucho”, y su madre le contestó: “Es que como estos días no has estado mucho con Ron, no tiene mucho que contar”. Se dio la vuelta y se fue toda enfurruñada a la cama.
No sé si sería por eso pero el caso es que ayer, Senia y Fer [su novio] me llevaron a la playa. ¡Me puse de arena hasta la coronilla pero me lo pasé genial!